¿Podremos lograr una justicia descentralizada?
Por @g_carulla
Kleros, el protocolo de resolución de conflictos online que usa blockchain
¿Nuevas soluciones?
Vivimos en un momento de cambios y nuevos paradigmas, así, hace pocos años, llegaron las tecnologías de contabilidad distribuida (DLT) y las cadenas de bloques (blockchain) de la mano de Bitcoin.
Estas nuevas tecnologías nos permiten solucionar situaciones de manera diferente a como lo veníamos haciendo. En esta inteligencia, en el año 2019, se creó Kleros que básicamente es un protocolo de resolución de conflictos en línea de código abierto que usa blockchain y la financiación a través de colaboración abierta (crowdsourcing) para resolver conflictos de manera justa.
Hoy por hoy, cuando tenemos un conflicto con otra parte tenemos la posibilidad (o no) de recurrir al sistema judicial para obtener una solución, a modo de ejemplo: si yo pago el precio de un automóvil, pero el vendedor no me lo entrega, debo contactar a un abogado y dar comienzo a un costoso y por demás extenso proceso judicial para lograr resolver esa disputa.
Probablemente la gran mayoría considerará que la inversión para obtener un automóvil vale el sacrificio que conlleva el ejemplo mencionado. Sin embargo, si se tratase de una situación de otra índole en la que por ejemplo las partes viviesen en diferentes países y el precio abonado fuera menor probablemente esa mayoría ahora prefiera resignar su inversión.
En la actualidad se hace notorio el aumento de las contrataciones internacionales, el trabajo remoto para otros países, la prestación de servicios a distancia y un sinfín de relaciones efectuadas mediante internet entre personas que físicamente se encuentran en lugares diferentes.
Entonces, podemos encontrar con facilidad situaciones que generen disputas como la siguiente: Una productora musical que vive en Madrid, España, contrata a una programadora que vive en Rosario, Argentina, para construir un sitio web para la empresa. Acuerdan el precio y los términos. Luego de dos semanas de arduo trabajo la programadora entrega el producto, pero la productora no se encuentra satisfecha argumentando que no se cumplió con la calidad pactada y, por tanto, no le pagará lo acordado. Lo más probable es que esa programadora no vaya a contratar a una abogada para iniciar una demanda en Europa por un reclamo de algunos cientos de dólares.
Sin embargo, una aplicación descentralizada como Kleros permite solucionar ese problema mediante una plataforma que guarda en garantía (escrow) el pago en cripto monedas hasta la finalización del trabajo. Así, la programadora sabe que su paga está en el fondo de garantía, por tanto no tiene que temer que hará su trabajo y luego no recibirá el pago. La productora , por su parte, se asegura que, en caso de que el trabajo sea de menor calidad, habrá un tercero neutral al que recurrir, el que pocos días después tomará una decisión acerca de la disputa entre las partes.
Así, las partes podrán solicitar la intervención de una corte de Kleros, explicando su reclamo y enviando el correspondiente formulario. Dicha corte estará compuesta de una pequeña cantidad de jurados quienes tras ser seleccionados entre los candidatos, descargarán la evidencia y tendrán unos días para enviar su decisión por intermedio de las opciones de voto (en nuestro ejemplo sería reembolsar el dinero o pagar a la programadora).
Pocos días después de iniciado el reclamo, cuando los jurados ya hayan votado, las partes recibirán un mail indicando qué decisión se tomó y, si están satisfechas con el resultado (ya que el protocolo está diseñado de manera tal que se permite apelar una cantidad significativa de oportunidades, pero se eleva su costo) se cierra el caso y en nuestro ejemplo la programadora cobra por su trabajo.
¿Cómo funciona Kleros?
Profundizando un poco más vemos que Kleros es un sistema de cortes digitales en el cual las partes deben optar explícitamente para participar. El sistema debe estar designado dentro de un contrato inteligente (Smart Contract) para actuar como árbitro de ese mismo contrato, eligiendo las opciones de votos, el número de jurados y la especialización de la corte (por ejemplo, un contrato de desarrollo de software seleccionará una corte de desarrollo de software, un contrato de seguros seleccionará una corte de seguros, etcétera).
Quienes integran las cortes no son más que usuarios del protocolo que persiguen su propio interés de cobrar honorarios por su trabajo como jurados. Los usuarios se postulan a sí mismos como jurados depositando como garantía un token denominado Pinakion ($PNK) en la corte donde quieren trabajar.
La utilización del token protege al sistema de los sybil attack de los que ya hemos hablado aquí, ya que si los jurados fueran elegidos aleatoriamente, un usuario malicioso podría crear un gran número de cuentas para ser seleccionado varias veces en cada disputa. Al mismo tiempo el token ofrece a los jurados un incentivo para votar honestamente: hace que los jurados incoherentes, o sea aquellos cuyos votos no coinciden con la mayoría, paguen parte de su depósito de garantía a los jurados coherentes.
Una vez que los usuarios se han candidateado depositando sus tokens en la corte para la que quieren trabajar, la selección final se realiza por sorteo. La probabilidad de ser seleccionado como jurado es proporcional a la cantidad de tokens depositados.
Una vez que son seleccionados, los jurados deben evaluar la evidencia y emitir su voto a través de un hash de manera tal que un jurado no pueda copiar el voto de otro. Cuando todos han votado (o cuando el tiempo para hacerlo ha finalizado), los votos son revelados. Aquellos jurados que no hayan revelado su voto son penalizados. Finalmente, los votos se suman, la opción con la mayor cantidad de votos es considerada ganadora y el Smart Contract se ejecuta.
Los jurados son incentivados para votar honestamente ya que, una vez que la disputa ha finalizado, aquellos cuyo voto no es coherente con los demás no recibirá su tarifa de arbitraje y además perderá los tokens bloqueados como garantía. En tal caso, tanto las tarifas de arbitraje que hubiera recibido como el depósito de tokens son entregados a los jurados que han votado de manera coherente. Una vez que Kleros alcanzó una decisión en una disputa, los tokens se descongelan y redistribuyen entre los jurados.
Otro mecanismo para alinear incentivos es que las instancias de apelación constituyen una herramienta importante contra los sobornos. Sobornar a un jurado pequeño es relativamente fácil. Pero como la víctima siempre tiene el derecho de apelar, el atacante tendría que perpetrar sobornos cada vez más grandes con costos crecientes.
De esta manera vemos que Kleros es un sistema de resolución de disputas rápido, económico, descentralizado y confiable. Utiliza teoría de juegos y blockchain en un protocolo de arbitraje multipropósito capaz de soportar un gran número de aplicaciones en comercio electrónico, finanzas, seguros, viajes, comercio internacional, protección al consumidor, propiedad intelectual y académicas, entre otras.
¿Justicia descentralizada?
Con la llegada de estas nuevas aplicaciones y herramientas vemos casos de usos concretos en los que la aplicación de las blockchains permite mejorar el rendimiento de instituciones tradicionales.
En igual sentido que las cripto monedas nos permiten idear alternativas a las soluciones bancarias descentralizadas, también pueden llevarnos a soluciones judiciales descentralizadas. En lugar de tener jueces cuyo único incentivo es ganar un abultado sueldo y sin tener riesgo alguno por las decisiones que toman, podríamos llegar a pensar en diseñar un sistema de administración del servicio de justicia de forma mucho más eficiente y eficaz
Se trata de re alinear los incentivos, utilizando los recursos que las nuevas tecnologías disruptivas nos permiten, con la finalidad de obtener mecanismos para que la administración de justicia deje de ser un obsoleto y vetusto proceso que se mantiene hace cientos de años y se transforme en uno nuevo, más dinámico y accesible.
De esa manera, podremos a futuro, crear una justicia que realmente pueda estar descentralizada, cuando la utilización de smart contracts se de en forma masiva y global para la mayoría de los contratos entre partes y así lograr avanzar hacia una mejora en el sistema judicial y, por tanto, una mejor calidad de vida para toda la población.
